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miércoles, 21 de mayo de 2014

El arrabal del tango/ 21 - Gardel y Piazzolla


Carta de Piazzolla a Gardel

Buenos Aires, año 1978

Querido Charlie:
    Quizás llamándote "Charlie" te acordarás del pibe de 13 años que vivía en Nueva York, que era argentino y que tocaba el bandoneón. Además, trabajó de canillita1 contigo en "El día que me quieras".
    Te puse Charlie cuando me preguntaste en tu casa cómo se decía "Carlitos" en inglés. ¿Te acordás cuando te llevé un muñeco de madera que había tallado mi viejo? Esa mañana me dedicaste dos fotos: una para Vicente Piazzolla y otra "para el simpático pibe y futuro gran bandoneonista". De 1934 a hoy, 1978, pasaron 44 años y creo que realmente no te fallé. ¿Te acordás cuando me llevabas a tus filmaciones en los estudios "Paramount" de Long Island? Febrero de 1934. La peor nevada del año -dos metros de alto y diez bajo cero-, y yo tu traductor de piropos a las pibas que te querían conocer. Nunca olvidaré las dos bicicletas que agarramos con Tito Lusiardo y rompimos tratando de entrar en calor...
    Por la tarde solía acompañarte a que te compraras ropas en las grandes tiendas de Nueva York. Recorrimos "Saxs", "Macy's", "Flourshine" y al fin compraste tus dichosas camisas con rayas verticales y horizontales. Docenas de ellas. Zapatos de charol, etc. Como si te sobrara la guita...
    Te mostré toda mi ciudad. Estaba orgulloso de saber tanto. También... Hacía once años que yo vivía en esa ciudad. Sobre todo mi barrio: "Greenwich Village", adonde te llevaba a conocer las mejores cantinas italianas, y vos, con problemas de busarda2 te cuidabas. Sin contar la vez cuando viniste a casa y probaste los ravioles de la mamita Asunta... Además de un final de buñuelo de membrillo. ¡Cómo te gustaba comer bien!
    Jamás olvidaré la noche que ofreciste un asado al terminar la filmación de "El día que me quieras". Fue en honor de los argentinos y uruguayos que vivían en Nueva York. Recuerdo que Alberto Castellano debía tocar el piano y yo el bandoneón... Por supuesto, para acompañarte a vos cantando. Tuve la loca suerte de que el piano era tan malo que tuve que tocar yo solo, y vos cantaste los temas del filme. ¡Qué noche, Charlie!
    Allí fue mi bautismo con el tango. Primer tango de mi vida y acompañando a Gardel. Jamás lo olvidaré. Al poco tiempo te fuiste con Le Pera y tus guitarristas a Hollywood. ¿Te acordás que me mandaste dos telegramas para que me uniera a ustedes con mi bandoneón? Era la primavera del treinta y cinco y yo cumplía 14 años. Los viejos no me dieron permiso y el sindicato tampoco. ¡Charlie, me salvé! En vez de tocar el bandoneón estaría tocando el arpa3. Comienzo una nueva etapa en mi vida.
    Volvemos a Mar del Plata en el año 1936 y me agarra el flechazo de la música y estudio locamente el fueye4. Mi bandoneón y yo nos vinimos a Buenos Aires y debuté con Aníbal Troilo. ¿Sabés quién es Troilo? ¡El eras vos tocando el bandoneón! Es como decir tu continuador. Estábamos en 1939 y ya hacía cuatro años que vos eras Dios. Tus filmes y discos subieron desesperadamente. Ahora los giles descubren que cantabas bien. Se acuerdan de aquel momento en que preferían escuchar a otros cantores. El teatro estaba vacío. Tu ida a Europa fue premonitoria y tus presentaciones cada vez más importantes. Te fuiste a Estados Unidos, tus filmes, Hollywood, Centro América, Medellín... "el final de la ruta". ¿Sabés una cosa? A mí tampoco me gusta el avión, menos esa catramina5 que tomaste vos... Pero después de tu ausencia, comienzan a aparecer los nuevos personajes de Buenos Aires. Charlie, le arruinaste la vida a los cantores. Esos que solían decir: "Menos mal, se fue Gardel y hay más laburo para nosotros". Y otros contestaban: "Guarda muchachos, que quedan los discos".
    Y aprovechando ese momente aparece una nueva clase social: "Las viudas de Gardel".
    Personajes que compraron o tenían tus discos, automáticamente se hacían locutores de radio y críticos. Además todos decían que eran amigos tuyos y nunca te habían visto en la vida.
    Esta gente que tiene su clan formado en toda la Argentina, Uruguay, Colombia, Venezuela y otros países hace casi 45 años que vive gracias a vos. Pero allí no termina la cosa. Después, en el 36 nacen los gardelianos, gardelones, gardelitos o gardeluchos. Son unos bichos raros que usan tu sonrisa, tus mismas pilchas6, tu manera de andar y hablar, pero lo que no pueden hacer es cantar como vos. Charlie, sé que te estarás muriendo de risa. No es para menos. Te puedo decir que la mayoría de los cantores quisieron ser Gardel, y Gardel fue todos...
    Aquí se ha corrido la bola que tus discos ensayan de noche. Por eso cada día cantás mejor. Te cuento otra linda, Charlie. Ciertos profesores de canto del teatro Colón hacen escuchar tus discos como modelo de canto. Y estoy seguro que siempre estarás mirándonos desde allá arriba y pensarás cómo te hubiera gustado cantar los grandes tangos del 40. Además yo hubiera escrito para vos y te hubiera hecho los arreglos y también tocado el bandoneón. ¡Matamos Charlie! Lo único que no quisiera emplear en la orquesta es el arpa. Allá tendrás una colección de todos los colores...
    Vos que conocés a los ángeles, ¿por qué no le pedís que cambien el sistema y metan algún bandoneón en la orquesta?
    Mirá que está el gordo Pichuco, Pedro Maffia y Láurenz. Me estoy entusiasmando demasiado. Y prefiero esperar un poco para ser yo quien organice esa orquesta. Me voy a trabajar, o sea como el que dice "tengo un recital". Voy a pensar en el pibe Piazzolla cuando vos le dijiste: "Ahora poné la música de Arrabal Amargo y dale con todo".
    Era la primavera del 35 y había nacido el dúo Gardel-Piazzolla. Soy un tipo de suerte.
    Algún día nos encontraremos en el último piso. Esperame. Pero no te mueras nunca...
Tu amigo: Astor Piazzolla

Volver (C. Gardel / A. Le Pera) - Aníbal Troilo y Astor Piazzolla (dúo de bandoneones)

Arrabal amargo - Carlos Gardel en la película Tango bar, 1935

1 Canillita: vendedor callejero de periódicos y revistas.
2 Busarda: barriga, estómago.
3 Estaría tocando el arpa: me habría matado también y estaría en la otra vida.
4 Fueye: bandoneón.
5 Catramina: armatoste, vehículo desvencijado.
6 Pilchas. ropajes, vestimentas.
____________________________

Aviso a los arrabaleros: Abandonamos el arrabal por una temporada, pero amenazamos con volver.

12 comentarios:

Sirgatopardo dijo...

¡Fantástico e impagable!

Juan Nadie dijo...

Una joya para quienes aún no están familiarizados con el mundo del tango y para quienes vamos estando.

carlos perrotti dijo...

Y Astor en sus primeros años en Mar del Plata conoce el fútbol y al tener que hacerse hincha de algún club pregunta: "¿De qué cuadro era Gardel?"

"Carlitos era fanático del Racing Club de Avellaneda", le contestan.

Y Astor entonces sentencia: "Y yo soy de Racing también..."

Juan Nadie dijo...

Eso es cariño y admiración!
El Cholo es del Racing Club ¿no? Entonces todo cuadra.

carlos perrotti dijo...

Como Perón, Atahualpa Yupanqui y tantos más...

¿Sabías que en España El Zorzal era hincha del Barcelona? Googlealo. Hay mucha información al respecto.

marian dijo...

Entrañable la carta, pero ese "Volver" es el tango en carne viva.

Juan Nadie dijo...

¿Carlitos era hincha del Barça? Claro, de quién iba a ser...

Juan Nadie dijo...

"Volver", puro tango.

carlos perrotti dijo...

Uno de los sitios donde se puede encontrar sustancioso material sobre el asunto:

http://www.padreydecano.com/cms/carlos-gardel-penarol-y-piendibene/

Yo lo tengo leído además en las biografías de Francisco García Jiménez y Armando Defino sobre el Zorzal.

Juan Nadie dijo...

Pues muchas gracias por el enlace. Lo echaremos un vistazo.

Juan Nadie dijo...

De modo que según los jugadores argentinos Gardel era "mufa", ja, ja.

Genial la descripción del gol de Piendibene a Ricardo Zamora.

carlos perrotti dijo...

Típicos argentinos buscadores de culpables...

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