Benedicto XVI, Papa emérito, en su despedida de la "silla de San Pedro", refiriéndose a los problemas de su Iglesia Católica:
Hubo días de aguas turbulentas, en que el Señor parecía dormir.
Joé, don Bene, ni que fuera usted Simon & Garfunkel. Me parece correcto lo que usted dice, pero yo aún diría más: no ha habido días, sino milenios. Todos los milenios. Todos, desde que la Naturaleza se empeñó en crear ese sorprendente ser conocido como "ser humano".