"Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero que no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca...", escribía Julio Cortázar en "Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj".
Por lo visto ahora han diseñado un reloj -lo ha diseñado la compañía Timex, que ya es nombre- cuya característica principal y función básica es la de tener a su propietario permanentemente informado de cuánto le queda de vida (¡!). Su funcionamiento se basa en factores como la nutrición, el descanso, el sueño, el estrés, y otros factores vitales, y con ellos calcula en todo momento el tiempo medio que le queda por vivir al orgulloso y es de suponer que acongojado propietario.
Que no se le ocurra a nadie regalarme semejante artilugio porque seguro que íbamos a tener problemas; y a ver entonces quién se moría antes.
2 comentarios:
Por casualidad ¿no dirá tambien los numeros que van a salir en la primitiva?
He intentado averiguarlo, pero me temo que no.
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