Frases del pueblo

The Steel Wheels - Wild As We Came Here (2017)

miércoles, 16 de junio de 2010

La última vez que tuve el placer de charlar un rato con Juan Nadie...

Me decía: "Ya no se canta en los bares Finchu, hace unos días tomando unos vinos nos pusimos a cantar en un bar y la gente nos miraba raro".
¡Que lástima! esa era una costumbre que había en mi pueblo y que parece ser se está perdiendo, y es una pena, porque puede que algunos se pusieran pesados y desafinasen, pero otros lo hacían francamente bien y daba gusto oirles cantar.
Y no crean que en los bares de Reinosa sólo se oían campurrianadas, yo he escuchado habaneras de gran belleza y rancheras como ésta que he encontrado en Youtube y recordando aquellos tiempos de "vino y canto" me ha puesto el bello de punta.

5 comentarios:

Juan Nadie dijo...

¿Cuánto tiempo hace que no nos vemos personalmente, Finchu? Pero veo que te acuerdas de las buenas costumbres de tu pueblo y el mío.
Efectivamente hace años que ya no se canta en Reinosa. ¿Te acuerdas cuando cantábamos en todas partes, y la gente se enganchaba, porque además en Reinosa hay mucha gente que canta maravillosamente? Se perdió, qué pena. Aunque hay que decir que algunos irreductibles todavía podemos arrancarnos, muy de tarde en tarde, por peteneras y a ver quien tiene el valor de decirnos algo.

Emocionante ranchera.

jose dijo...

Yo llegué al asunto cuando estaba ya desapareciendo esa costumbre pero aún tuve alguna ocasión de escuchar buenos coros improvisados en algún que otro bar.
Es que soy más joven que vosotros... no sé si os dais cuenta. ;-)

Ahora como en todos los sitios está la tele (aunque nadie la haga caso), no hay manera.

Anónimo dijo...

Pues por aquí, todavía cantamos.

(Aunque algunas estaríamos mucho mejor calladitas, para qué nos vamos a engañar.)

Espero no irme al otro barrio sin haberos oído a vosotros, todos juntos, cantar.

La canción me ha recordado a mi padre. Tristeza de la buena.


Un abrazo.

Logan y Lory dijo...

Y en la tierra de Lory, todavía existen bodegas donde las pandillas de amigos o familias se reúnen en torno a una mesa para merender, beber vino de la tierra y cantar a grito pelao... Es una costumbre maravillosa que no debería perderse.

Pedro Vargas tenía una voz melodiosa y sabía usarla.

Es imposible no añorar algunas momentos y usos.

Un abrazo.

La domadora de truenos dijo...

Hace algo más de un año, el día previo a mi boda, vinieron unos cuantos amigos a Reinosa por primera vez. Estando en el Bodegón tomando un vino, unos cuantos paisanos se arrancaron a cantar en corro. Mis amigos se quedaron sorprendidos, gratamente sorprendidos. Yo también, de que hubieran tenido esa suerte, porque hacía mucho que no coincidía con una ronda de mozos espontánea, quizá también porque no voy tanto a Reinosa como quisiera.
Un saludo desde Logroño.

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