La prueba del algodón de que todos los tiempos fueron parecidos. Exacto: la condición humana, de la que Shakespeare sabía un montón, fuese quien fuese ese Shakespeare.
Todos ustedes conocen el "Mito de la Caverna" de Platón. Si no es así, disimulen y comiencen a leer.
Nosotros, los habitantes de este blog, que somos más chulos que un ocho, nos hemos sacado de la manga un mito "ad hoc": el "Mito de la Taberna", que para el caso es lo mismo o parecido.
En la taberna se habla de todo lo divino y lo humano y se arregla el mundo en dos patadas, de modo que, como buenos tabernícolas, hemos decidido liarnos la manta a la cabeza y echarnos al monte para hacer lo propio. Si a partir de ahora ustedes ven que el mundo no mejora, no nos culpen, nosotros le ponemos el máximo interés y declinamos cualquier responsabilidad.
Una cosa está totalmente prohibida: que abandonen este blog. Hagan el favor, hombre, tampoco cuesta tanto...
P.S.: Esta introducción está llena de tópicos. No es premeditado, es que el prologuista no da para más, qué le vamos a hacer. Si alguien conoce tópicos más originales (toma contradicción), nos lo haga saber, por favor.
2 comentarios:
Quita el aliento tanta concentrada lucidez... De su tiempo hasta este tiempo sin perder validez. Eso es saber de la condición humana.
La prueba del algodón de que todos los tiempos fueron parecidos. Exacto: la condición humana, de la que Shakespeare sabía un montón, fuese quien fuese ese Shakespeare.
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