
Al menos nuestro Presidente (el de algunos) solía manejar cifras "menos escandalosas": 400 euros, aunque para otros fines. Eso sí, ahora te los doy, luego te los quito, mañana ya veremos...
Queridos dirigentes del mundo mundial: hagan el favor de no insultar. Bajen los impuestos (directos e indirectos), intenten crear puestos de trabajo, y ya verán cómo no tienen que andar por ahí en plan samaritano dando limosnas a quienes primero han esquilmado. Total, para lo que sirven (los impuestos, digo): para gastárselos en chorradas o para que alguien se lo lleve crudo. Un poco de por favor, hombre.