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The Steel Wheels - Wild As We Came Here (2017)
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martes, 23 de diciembre de 2014
Muere la voz de Woodstok

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martes, 16 de septiembre de 2014
San Mateo vuelve a Reinosa (Saint Matthew is coming to town)
Lo que viene a significar que el año toca a su fin; concretamente el Día de Campoo, opinión de Gatopardo que estamos dispuestos a compartir.
Cartel de las Ferias y Fiestas de San Mateo 2014, realizado por Carla González Barrio

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miércoles, 26 de febrero de 2014
In Memoriam Paco de Lucía
Paco de Lucía

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sábado, 9 de noviembre de 2013
Dedicado a alguien que cumple años hoy
Como en La Taberna se nos está agotando la imaginación, le volveremos a regalar unas violetas. Ya sabemos que le gustarían más unas flores rojas, rojas, rojas..., pero no disponemos de ellas en estos momentos.
¡Feliz cumpleaños, viejo!

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martes, 5 de marzo de 2013
En La Taberna hemos cambiado de pianista
No porque los anteriores fuesen unos mataos, sino porque seguramente recibieron ofertas que no pudieron rechazar. Allá ellos.
Al nuevo nos lo recomendó Gatopardo, y parece que no lo hace mal. Está un poco bastante muerto, pero se aplica y anima La Taberna, ¿que no?
Ladies and Gentlemen, con ustedes... ¡James P. Johnson!
Ladies and Gentlemen, con ustedes... ¡James P. Johnson!

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sábado, 2 de marzo de 2013
Ésta es la que nos ha caído estos días
Ya casi habíamos perdido la costumbre, pero esta vez ha nevado con fundamento, como en los viejos tiempos.
Fotografía de Juan Nadie
Presentación en vídeo de Jose
Blues de Memphis Slim
Presentación en vídeo de Jose
Blues de Memphis Slim

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sábado, 5 de enero de 2013
Sus Majestades los Reyes Magos de La Taberna...
... lamentan comunicarles que este año no habrá regalos, nos han recortado hasta las piennas de los camellos, hay que ver... Ni siquiera sabemos si podremos pagar la factura de la luz de los trajes... En fin, los regalos, con suerte, el año que viene.
De todas formas...
¡FELIZ 2013!

P.D.: Al príncipe Alberto lo hemos enviado como embajador plenipotenciario a las altas esferas, a ver si nos consigue una subvención para 2014.

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lunes, 24 de diciembre de 2012
En La Taberna no nos rendimos
Ya que no se ha acabado el mundo (alguno quizá lo hubiera agradecido), y a pesar de la que está cayendo, La Taberna les desea de todo corazón
¡FELIZ NAVIDAD!
y que no les pase nada el año que viene.

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domingo, 8 de abril de 2012
Pianistas de La Taberna
Hoy libra nuestro pianista oficial, pero tenemos sustitutos. Además de sir Paul McCartney, contamos con Leopoldo Betancourt, que nos ha encargado encarecidamente que dediquemos esta pieza a las chicas que pasan por el local. Pues nada, dedicada a ellas.

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domingo, 1 de abril de 2012
Arte abstracto español
El arte abstracto en España surgió mucho más tarde que en otros sitios del mundo, una vez que los artistas españoles importantes creadores de las vanguardias que hoy consideramos históricas se vieron encerrados en las paredes del arte figurativo. Ese atraso en relación a otros países fue resaltado por la dictadura impuesta aquí justamente cuando la abstracción ganaba seguidores por el mundo.
Quizás la libertad que suponía el arte abstracto – donde no se imitaba formas o figuras reales, sino que se creaba un lenguaje visual autónomo existente totalmente aparte del mundo real – sonaba como una amenaza al severo régimen de autarquía. Más que utilizar una técnica de pintura, el arte abstracto era, como muchas vanguardias, una forma de expresar ideas, de tomar posturas muchas veces de contra a las imposiciones de la sociedad.
Al final de los años 50, fue esa la decisión tomada por muchos artistas españoles que decidieron arriesgarse con un estilo pictórico que seguramente sería rechazado e incomprendido, pero que simbolizaba los pensamientos contradictorios y los sentimientos más puros de los artistas. Fue entonces que estos pudieron servirse de cualquier tema, técnica, estilo o material con entera libertad, para comprender el sentido ético de esas posturas y las dificultades de todo orden que entrañaba tomarlas.
La gran mayoría de los artistas abstractos españoles vivieron en otros países de Europa, deseando con el alma poder practicar no solamente estas novedosas técnicas en su país, pero también practicar la libertad de expresión que este arte simbolizaba.
Algunos de los principales representantes del arte abstracto español son Antoni Tàpies, Modest Cuixart, Manuel Millares, Antonio Saura, Luis Feito, Manuel Rivera, Rafael Canogar, Martín Chirino Amadeo Gabino, Eusebio Sempere, Jorge Oteiza, Néstor Basterrechea, Eduardo Chillida, Gustavo Torner, Gerardo Rueda entre otros.
Para quien se interesó por la historia del arte abstracto puede conocer un poco más de la abstracción en España en el Museo de Arte Abstracto Español, ubicado en Cuenca. La institución cuenta con más de 127 pinturas y esculturas de artistas españoles de la Generación Abstracta que, a mediados del siglo XX irrumpieron en la escena artística española.

viernes, 6 de enero de 2012
Nuestro regalo de Reyes
Ya que no tenemos otra cosa, les regalamos esto con nuestros mejores deseos:
Gracias, Pepe Espurz, un abrazo.
Gracias, Pepe Espurz, un abrazo.

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jueves, 22 de diciembre de 2011
Luces navideñas y otros espejismos




¿Cuánto tiempo hace que John Lennon compuso esta canción? Creo que no hemos mejorado mucho desde entonces.
So this is Christmas... Bueno, pues...
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!
Pero no se olviden de todo lo demás.

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miércoles, 21 de septiembre de 2011
Mañana de San Mateo en Reinosa - 21 de septiembre de 2011
Dedicado a los chicos (y chicas) de Protección Civil, nuestros héroes (y heroínas). Sin rencor. Hasta con afecto, si nos apuran.
Música: I've Seen It Go Away, Pretty When It's New, Oil Tanker Train - Merle Haggard
Mucha gente y poco dinero

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domingo, 18 de septiembre de 2011
Carrozas artísticas de San Mateo - Reinosa 2011
Esto ya se ha convertido en un clásico en La Taberna, de modo que aquí tienen el trabajo de este año de los chavales reinosanos.
Fotografía de Jose y Juan Nadie
Presentación en vídeo de Juan Nadie
Música: Wide Open Spaces, Truth No. 2, You Were Mine - Dixie Chicks
_________________________________
PREMIOS



1º Premio: Descubriendo Egipto, de las Peñas Cuines y Sierpes. 3.400 euros y trofeo.
2º Premio: Aladín, de la Peña Trastolillos. 3.350 euros y trofeo.
3º Premio: Cazador cazado, de la Peña Kúlebres. 3.300 euros y trofeo.
4º Premio: Madagascar, de la Peña Tuentis. 3.250 euros y trofeo.
5º Premio: Pesadilla antes de Navidad, de la Paña Despeñaos. 3.150 y trofeo.
Premio a la mejor figura: Jaffar, de la carroza Aladín.
Se otorgó además un premio especial a la Peña Trastolillos por fomentar la tradición carrocera, en reconocimiento a su decimocuarto trabajo.

Presentación en vídeo de Juan Nadie
Música: Wide Open Spaces, Truth No. 2, You Were Mine - Dixie Chicks



1º Premio: Descubriendo Egipto, de las Peñas Cuines y Sierpes. 3.400 euros y trofeo.
2º Premio: Aladín, de la Peña Trastolillos. 3.350 euros y trofeo.
3º Premio: Cazador cazado, de la Peña Kúlebres. 3.300 euros y trofeo.
4º Premio: Madagascar, de la Peña Tuentis. 3.250 euros y trofeo.
5º Premio: Pesadilla antes de Navidad, de la Paña Despeñaos. 3.150 y trofeo.
Premio a la mejor figura: Jaffar, de la carroza Aladín.
Se otorgó además un premio especial a la Peña Trastolillos por fomentar la tradición carrocera, en reconocimiento a su decimocuarto trabajo.

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sábado, 20 de agosto de 2011
La Vijanera de Alberto Gallo
El titiritero (qué hermosa palabra) de este cuento se llama Alberto.
Moviendo sus pinceles y sus lápices, traduciendo en palabras las aventuras de los personajes de esta historia, devuelve la vida a muñecos que han esperado años a que alguien los resucite y juegue con ellos. Estaban ahí, al leer las primeras líneas de este libro, uno se da cuenta de que siempre estuvieron ahí, esperando que nos acordáramos de ellos.
Moviendo sus pinceles y sus lápices, traduciendo en palabras las aventuras de los personajes de esta historia, devuelve la vida a muñecos que han esperado años a que alguien los resucite y juegue con ellos. Estaban ahí, al leer las primeras líneas de este libro, uno se da cuenta de que siempre estuvieron ahí, esperando que nos acordáramos de ellos.
Alberto crea en estas páginas espacios en los que el tiempo no pasa. Lugares que existen mientras exista quien pueda imaginarlos. Tiendas y trasteros repletos de baratijas en las que todavía podemos encontrar los juguetes que nunca nos trajeron los Reyes Magos, o los que tuvimos y se rompieron a base de acompañarnos en aventuras que están escritas mientras logremos recordar que fuimos niños.
Como los colores de su dibujo, dormido durante años, esperando a que un rayo de luz los despierte y les devuelva toda su intensidad, estas nuevas figuras son el resumen de muchas vidas porque, todas las historias son al final, y siempre, la misma...
... Alberto, el dibujante, el pintor, el titiritero, el cuentacuentos, lo sabe.
Sabe que cuando nadie nos mira, somos invisibles. Y en ese instante, percibimos en paz el mundo. Y su belleza. [del prólogo de Julio Ceballos]
... Alberto, el dibujante, el pintor, el titiritero, el cuentacuentos, lo sabe.
Sabe que cuando nadie nos mira, somos invisibles. Y en ese instante, percibimos en paz el mundo. Y su belleza. [del prólogo de Julio Ceballos]
Fragmentos del texto de presentación de "La Vijanera" en La Casona:
Al escribir este relato he tenido en cuenta personajes, situaciones y objetos que en alguna ocasión me han emocionado.
[...]En el cuento expreso mi admiración por los maestros artesanos que son capaces de fabricar, con poca cosa y mucha intención, el juguete que en su día tanto nos impresionó y nos hizo soñar. En La Vijanera el personaje que reúne los requisitos que señalo es el bonachón de Bonifacio "El Juguetero".
Me maravillan los creadores de artilugios, imaginarios o reales, que están por encima de la tecnología más avanzada, independientemente de que sepamos que esos cachivaches sólo existen en el coco del narrador, justo debajo de su boina.
En el cuento está representado por el transportador antigravedad, mitad fórmula uno, mitad coche de bomberos, que tiene la facultad de integrarse y desintegrarse a voluntad de las marionetas protagonistas.
Siento simpatía por las personas que llegan a reconocer, a través de vestigios olvidados por nuestros ancestros, el sitio de donde venimos y el lugar hacia donde vamos.
En este cuento, los mosaicos, las cerámicas y los frescos nos narran silenciosamente, mudamente, el ayer, el hoy y el mañana del carnaval de La Vijanera...
[...]Espero que el cuento sea de vuestro agrado y, si es así, me sentiré inmensamente feliz y dichoso de haber escrito y coloreado esta historia fantástica. (Alberto Gallo)
______________________________
La exposición 'La Vijanera', con las pinturas, dibujos y figuras de barro de Alberto Gallo y las cerámicas de Mónica Gallo, permanecerá abierta en La Casona de Reinosa hasta el día 24 de agosto. Les aconsejamos que no se la pierdan, aún están a tiempo.

viernes, 3 de junio de 2011
Con esta protesta sí estamos plenamente de acuerdo

A veces un buen artículo basta para reconciliarse con el mundo. Más si está escrito con la claridad, sencillez y profundidad del texto de Antonio Muñoz Molina que da pie y justificación a esta entrada.
Por un día, y sin que sirva de precedente, los tabernícolas nos convertimos en abajofirmantes y suscribimos, de la A a la Z, las lúcidas reflexiones del académico.
El artículo es un poco largo para lo que se estila en los blogs, pero lo transcribimos íntegramente porque no tiene desperdicio.
Por un día, y sin que sirva de precedente, los tabernícolas nos convertimos en abajofirmantes y suscribimos, de la A a la Z, las lúcidas reflexiones del académico.
El artículo es un poco largo para lo que se estila en los blogs, pero lo transcribimos íntegramente porque no tiene desperdicio.
Hora de despertar
He pensado desde hace muchos años, y lo he escrito de vez en cuando, que España vivía en un estado de irrealidad parcial, incluso de delirio, sobre todo en la esfera pública, pero no solo en ella. Un delirio inducido por la clase política, alimentado por los medios, consentido por la ciudadanía, que aceptaba sin mucha dificultad la irrelevancia a cambio del halago, casi siempre de tipo identitario o festivo, o una mezcla de los dos. La broma empezó en los ochenta, cuando de la noche a la mañana nos hicimos modernos y amnésicos y el gobierno nos decía que España estaba de moda en el mundo, y Tierno Galván -¡Tierno Galván!- empezó la demagogia del político campechano y majete proclamando en las fiestas de San Isidro de Madrid aquello de “¡ El que no esté colocao que se coloque, y al loro!” Tierno Galván, que miró sonriente para otro lado, siendo alcalde, cuando un concejal le trajo pruebas de los primeros indicios de la infección que no ha dejado de agravarse con los años, la corrupción municipal que volvía cómplices a empresarios y a políticos.
Por un azar de la vida me encontré en la Expo de Sevilla en 1992 la noche de su clausura: en una terraza de no sé qué pabellón, entre una multitud de políticos y prebostes de diversa índole que comían gratis jamón de pata negra mientras estallaban en el horizonte los fuegos artificiales de la clausura. Era un símbolo tan demasiado evidente que ni siquiera servía para hacer literatura. Era la época de los grandes acontecimientos y no de los pequeños logros diarios, del despliegue obsceno de lujo y no de administración austera y rigurosa, de entusiasmo obligatorio. Llevar la contraria te convertía en algo peor que un reaccionario: en un malasombra. En esos años yo escribía una columna semanal en El País de Andalucía, cuando lo dirigía mi querida Soledad Gallego, a quien tuve la alegría grande de encontrar en Buenos Aires la semana pasada. Escribía denunciando el folklorismo obligatorio, el narcisismo de la identidad, el abandono de la enseñanza pública, el disparate de un televisión pagada con el dinero de todos en la que aparecían con frecuencia adivinos y brujas, la manía de los grandes gestos, las inauguraciones, las conmemoraciones, el despilfarro en lo superfluo y la mezquindad en lo necesario. Recuerdo un artículo en el que ironizaba sobre un curso de espíritu rociero para maestros que organizó ese año la Junta de Andalucía: hubo quien escribió al periódico llamándome traidor a mi tierra; hubo una carta colectiva de no sé cuantos ofendidos por mi artículo, entre ellos, por cierto, un obispo. Recuerdo un concejal que me acusaba de “criminalizar a los jóvenes” por sugerir que tal vez el fomento del alcoholismo colectivo no debiera estar entre las prioridades de una institución pública, después de una fiesta de la Cruz en Granada que duró más de una semana y que dejó media ciudad anegada en basuras.
El orgullo vacuo del ser ha dejado en segundo plano la dificultad y la satisfacción del hacer. Es algo que viene de antiguo, concretamente de la época de la Contrarreforma, cuando lo importante en la España inquisitorial consistía en mostrar que se era algo, a machamartillo, sin mezcla, sin sombra de duda; mostrar, sobre todo, que no se era: que no se era judío, o morisco, o hereje. Que esa obcecación en la pureza de sangre convertida en identidad colectiva haya sido la base de una gran parte de los discursos políticos ha sido para mí una de las grandes sorpresas de la democracia en España. Ser andaluz, ser vasco, ser canario, ser de donde sea, ser lo que sea, de nacimiento, para siempre, sin fisuras: ser de izquierdas, ser de derechas, ser católico, ser del Madrid, ser gay, ser de la cofradía de la Macarena, ser machote, ser joven. La omipresencia del ser cortocircuita de antemano cualquier debate: me critiacan no porque soy corrupto, sino porque soy valenciano; si dices algo en contra de mí no es porque tengas argumentos, sino porque eres de izquierdas, o porque eres de derechas, o porque eres de fuera; quien denuncia el maltrato de un animal en una fiesta bárbara está ofendiendo a los extremeños, o a los de Zamora,o de donde sea; si te parece mal que el gobierno de Galicia gaste no sé cuántos miles de millones de euros en un edificio faraónico es que eres un rojo; si te escandalizas de que España gaste más de 20 millones de euros en la célebre cúpula de Barceló en Ginebra es que eres de derechas, o que estás en contra del arte moderno; si te alarman los informes reiterados sobre el fracaso escolar en España es que tiene nostalgia de la educación franquista.
He visto a alcaldes y a autoridades autonómicas españolas de todos los colores tirar cantidades inmensas de dinero público viniendo a Nueva York en presuntos viajes promocionales que solo tienen eco en los informativos de sus comarcas, municipios o comunidades respectivas, ya que en el séquito suelen o solían venir periodistas, jefes de prensa, hasta sindicalistas. Los he visto alquilar uno de los salones más caros del Waldorf Astoria para “presentar” un premio de poesía. Presentar no se sabe a quién, porque entre el público solo estaban ellos, sus familiares más próximos y unos cuantos españoles de los que viven aquí. Cuando era director del Cervantes el jefe de protocolo de un jerarca autonómico me llamó para exigirme que saliera a recibir a su señoría a la puerta del edificio cuando él llegara en el coche oficial. Preferí esperarlo en el patio, que se estaba más fresco. Entró rodeado por un séquito que atascaba los pasillos del centro y cuando yo empezaba a explicarle algo tuvo a bien ponerse a hablar por el móvil y dejarnos a todos, al séquito y a mí, esperando durante varios minutos. “Era Plácido”, dijo, “que viene a sumarse a nuestro proyecto”. El proyecto en cuestión calculo que tardará un siglo en terminar de pagarse.
Lo que yo me preguntaba, y lo que preguntaba cada vez que veía a un economista, era cómo un país de mediana importancia podía permitirse tantos lujos. Y me preguntaba y me pregunto por qué la ciudadanía ha aceptado con tanta indiferencia tantos abusos, durante tanto tiempo. Por eso creo que el despertar forzoso al que parece que al fin estamos llegando ha de tener una parte de rebeldía práctica y otra de autocrítica. Rebeldía práctica para ponernos de acuerdo en hacer juntos un cierto número de cosas y no solo para enfatizar lo que ya somos, o lo que nos han dicho o imaginamos que somos: que haya listas abiertas y limitación de mandatos, que la administración sea austera, profesional y transparente, que se prescinda de lo superfluo para salvar lo imprescindible en los tiempos que vienen, que se debata con claridad el modelo educativo y el modelo productivo que nuestro país necesita para ser viable y para ser justo, que las mejoras graduales y en profundidad surgidas del consenso democrático estén siempre por encima de los gestos enfáticos, de los centenarios y los monumentos firmados por vedettes internacionales de la arquitectura.
Y autocrítica, insisto, para no ceder más al halago, para reflexionar sobre lo que cada uno puede hacer en su propio ámbito y quizás no hace con el empeño con que debiera: el profesor enseñar, el estudiante estudiar haciéndose responsable del privilegio que es la educación pública, el tan solo un poco enfermo no presentarse en urgencias, el periodista comprobando un dato o un nombre por segunda vez antes de escribirlos, el padre o la madre responsabilizándose de los buenos modales de su hijo, cada uno a lo suyo, en lo suyo, por fin ciudadanos y adultos, no adolescentes perpetuos, entre el letargo y la queja, miembros de una comunidad política sólida y abierta y no de una tribu ancestral: ciudadanos justos y benéficos, como decía tan cándidamente, tan conmovedoramente, la Constitución de 1812, trabajadores de todas clases, como decía la de 1931.
Lo más raro es que el espejismo haya durado tanto. ANTONIO MUÑOZ MOLINA
Por un azar de la vida me encontré en la Expo de Sevilla en 1992 la noche de su clausura: en una terraza de no sé qué pabellón, entre una multitud de políticos y prebostes de diversa índole que comían gratis jamón de pata negra mientras estallaban en el horizonte los fuegos artificiales de la clausura. Era un símbolo tan demasiado evidente que ni siquiera servía para hacer literatura. Era la época de los grandes acontecimientos y no de los pequeños logros diarios, del despliegue obsceno de lujo y no de administración austera y rigurosa, de entusiasmo obligatorio. Llevar la contraria te convertía en algo peor que un reaccionario: en un malasombra. En esos años yo escribía una columna semanal en El País de Andalucía, cuando lo dirigía mi querida Soledad Gallego, a quien tuve la alegría grande de encontrar en Buenos Aires la semana pasada. Escribía denunciando el folklorismo obligatorio, el narcisismo de la identidad, el abandono de la enseñanza pública, el disparate de un televisión pagada con el dinero de todos en la que aparecían con frecuencia adivinos y brujas, la manía de los grandes gestos, las inauguraciones, las conmemoraciones, el despilfarro en lo superfluo y la mezquindad en lo necesario. Recuerdo un artículo en el que ironizaba sobre un curso de espíritu rociero para maestros que organizó ese año la Junta de Andalucía: hubo quien escribió al periódico llamándome traidor a mi tierra; hubo una carta colectiva de no sé cuantos ofendidos por mi artículo, entre ellos, por cierto, un obispo. Recuerdo un concejal que me acusaba de “criminalizar a los jóvenes” por sugerir que tal vez el fomento del alcoholismo colectivo no debiera estar entre las prioridades de una institución pública, después de una fiesta de la Cruz en Granada que duró más de una semana y que dejó media ciudad anegada en basuras.
El orgullo vacuo del ser ha dejado en segundo plano la dificultad y la satisfacción del hacer. Es algo que viene de antiguo, concretamente de la época de la Contrarreforma, cuando lo importante en la España inquisitorial consistía en mostrar que se era algo, a machamartillo, sin mezcla, sin sombra de duda; mostrar, sobre todo, que no se era: que no se era judío, o morisco, o hereje. Que esa obcecación en la pureza de sangre convertida en identidad colectiva haya sido la base de una gran parte de los discursos políticos ha sido para mí una de las grandes sorpresas de la democracia en España. Ser andaluz, ser vasco, ser canario, ser de donde sea, ser lo que sea, de nacimiento, para siempre, sin fisuras: ser de izquierdas, ser de derechas, ser católico, ser del Madrid, ser gay, ser de la cofradía de la Macarena, ser machote, ser joven. La omipresencia del ser cortocircuita de antemano cualquier debate: me critiacan no porque soy corrupto, sino porque soy valenciano; si dices algo en contra de mí no es porque tengas argumentos, sino porque eres de izquierdas, o porque eres de derechas, o porque eres de fuera; quien denuncia el maltrato de un animal en una fiesta bárbara está ofendiendo a los extremeños, o a los de Zamora,o de donde sea; si te parece mal que el gobierno de Galicia gaste no sé cuántos miles de millones de euros en un edificio faraónico es que eres un rojo; si te escandalizas de que España gaste más de 20 millones de euros en la célebre cúpula de Barceló en Ginebra es que eres de derechas, o que estás en contra del arte moderno; si te alarman los informes reiterados sobre el fracaso escolar en España es que tiene nostalgia de la educación franquista.
He visto a alcaldes y a autoridades autonómicas españolas de todos los colores tirar cantidades inmensas de dinero público viniendo a Nueva York en presuntos viajes promocionales que solo tienen eco en los informativos de sus comarcas, municipios o comunidades respectivas, ya que en el séquito suelen o solían venir periodistas, jefes de prensa, hasta sindicalistas. Los he visto alquilar uno de los salones más caros del Waldorf Astoria para “presentar” un premio de poesía. Presentar no se sabe a quién, porque entre el público solo estaban ellos, sus familiares más próximos y unos cuantos españoles de los que viven aquí. Cuando era director del Cervantes el jefe de protocolo de un jerarca autonómico me llamó para exigirme que saliera a recibir a su señoría a la puerta del edificio cuando él llegara en el coche oficial. Preferí esperarlo en el patio, que se estaba más fresco. Entró rodeado por un séquito que atascaba los pasillos del centro y cuando yo empezaba a explicarle algo tuvo a bien ponerse a hablar por el móvil y dejarnos a todos, al séquito y a mí, esperando durante varios minutos. “Era Plácido”, dijo, “que viene a sumarse a nuestro proyecto”. El proyecto en cuestión calculo que tardará un siglo en terminar de pagarse.
Lo que yo me preguntaba, y lo que preguntaba cada vez que veía a un economista, era cómo un país de mediana importancia podía permitirse tantos lujos. Y me preguntaba y me pregunto por qué la ciudadanía ha aceptado con tanta indiferencia tantos abusos, durante tanto tiempo. Por eso creo que el despertar forzoso al que parece que al fin estamos llegando ha de tener una parte de rebeldía práctica y otra de autocrítica. Rebeldía práctica para ponernos de acuerdo en hacer juntos un cierto número de cosas y no solo para enfatizar lo que ya somos, o lo que nos han dicho o imaginamos que somos: que haya listas abiertas y limitación de mandatos, que la administración sea austera, profesional y transparente, que se prescinda de lo superfluo para salvar lo imprescindible en los tiempos que vienen, que se debata con claridad el modelo educativo y el modelo productivo que nuestro país necesita para ser viable y para ser justo, que las mejoras graduales y en profundidad surgidas del consenso democrático estén siempre por encima de los gestos enfáticos, de los centenarios y los monumentos firmados por vedettes internacionales de la arquitectura.
Y autocrítica, insisto, para no ceder más al halago, para reflexionar sobre lo que cada uno puede hacer en su propio ámbito y quizás no hace con el empeño con que debiera: el profesor enseñar, el estudiante estudiar haciéndose responsable del privilegio que es la educación pública, el tan solo un poco enfermo no presentarse en urgencias, el periodista comprobando un dato o un nombre por segunda vez antes de escribirlos, el padre o la madre responsabilizándose de los buenos modales de su hijo, cada uno a lo suyo, en lo suyo, por fin ciudadanos y adultos, no adolescentes perpetuos, entre el letargo y la queja, miembros de una comunidad política sólida y abierta y no de una tribu ancestral: ciudadanos justos y benéficos, como decía tan cándidamente, tan conmovedoramente, la Constitución de 1812, trabajadores de todas clases, como decía la de 1931.
Lo más raro es que el espejismo haya durado tanto. ANTONIO MUÑOZ MOLINA

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lunes, 28 de junio de 2010
Por... la Vida!!
Es lo que nos propone para este mes de Julio el extraordinario artista plástico reinosano e internacional José Espurz, buen amigo de este blog.
No se pierdan los gijoneses y quienes se acerquen por su bella tierra la exposición que Pepe Espurz presenta en la Galería de Arte Monticelli, C/Jovellanos, 1 - bajo. Estará abierta del 3 al 30 de Julio, de Lunes a Sábado, mañana y tarde. No tienen disculpa.
No se pierdan los gijoneses y quienes se acerquen por su bella tierra la exposición que Pepe Espurz presenta en la Galería de Arte Monticelli, C/Jovellanos, 1 - bajo. Estará abierta del 3 al 30 de Julio, de Lunes a Sábado, mañana y tarde. No tienen disculpa.
"Trato de eliminar elementos superficiales del cuadro y los matizo mediante veladuras para quedarme únicamente con lo más esencial del lienzo, lo que en muchos casos me ha permitido descubrir cosas nuevas en la pintura." José Espurz

“Extraño efecto el del tiempo, ese que pasa y transcurre sin que reparemos en él…ese tiempo inexorable que a nosotros nos destruye y que a las obras de arte las vuelve infinitamente más hermosas…por ellas, por el tiempo…por…LA VIDA!”
viernes, 1 de enero de 2010
Marcha Radetzky - Concierto de Año Nuevo
Como ven, este concierto es el del año pasado. No importa, todos los años, el 1 de Enero, la Orquesta Filarmónica de Viena interpreta la Marcha Radetzky de Johann Strauss (padre) con la participación del público. En este caso fue dirigida por Daniel Barenboim. Disfrútenla y...

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martes, 29 de diciembre de 2009
Aviso control

¿De modo que pensábais que ibais a libraros de nosotros? Pues no, amigos, aún tendréis que aguantarnos un poco más, hala!.

domingo, 16 de agosto de 2009
Los mundos de Alberto Gallo
Hablaremos de la exposición que el polifacético artista reinosano Alberto Gallo presenta estos días en "La Casona" de Reinosa.
Gallo, acreedor de numerosos premios y reconocimientos que no vamos a enumerar aquí para no aburrirles, muestra una serie de obras de distintas épocas y estilos, aparentemente inconexas en cuanto a técnica y contenido, pero que hablan bien a las claras de los diversos mundos que habitan su imaginación.
En la serie acuarelística "Del ayer bonito", Alberto Gallo plasma su visión de una Reinosa antañona e idealizada, pero no por ello falsa, sino muy reconocible en sus edificios emblemáticos y en la forma de ser y vivir de sus gentes.
Mención aparte merecen sus extraordinarios cuentos o relatos cortos, algunos escritos en colaboración con Elena Calderón, donde el artista vuelca toda su imaginación tanto en los textos como en las ilustraciones, a medio camino entre los trasgos y 'Alicia en el País de las Maravillas' (R. Mangas)

Maestro del dibujo y de la acuarela, sus óleos son de una extraordinaria calidad.

Hay un magnífico cuadro en el que queda reflejado todo su mundo de fantasía y que podríamos llamar "cuadro vivo" ya que lo va modificando para dar cabida a los nuevos cuentos que realiza. Búsquenlo, no les resultará dificil.
No hay que olvidar tampoco su faceta como ilustrador de libros de otros autores, fundamentalmente costumbristas, como Duque y Merino, Luis Mazorra o José Calderón Escalada, 'El Duende de Campoo'.
En fin, ¿qué más podríamos decir? ¿Les hemos hablado de sus cerámicas? En otra ocasión lo haremos.
Les aconsejamos que no se pierdan esta exposición. Todavía están a tiempo, permanecerá abierta hasta el día 29.

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