Qué barbaridad la que está cayendo en España estos últimos días y la que amenaza con caer.
A uno, que todo lo que pase de 22 ºC (17,6 ºR, 71,6 ºF, 295 ºK) le parece un despropósito de la naturaleza, le dan ganas de pedir la declaración de zona catastrófica para todo el territorio que queda por debajo de la cornisa cantábrica. Más concretamente por debajo de Campoo, que aquí tenemos un aliado que nunca nos falla a partir de las siete de la tarde: el famoso y nunca bien ponderado aire del norte, por mejor nombre Quitagalvanas, que te espabila, créeme.
En fin, como no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo aguante, escucharemos una canción, que no es precisamente muy refrescante, pero que viene al pelo.
2 comentarios:
¿Y no podrías desvíar un poquito de "Quitagalvanas" para que llegue por aquí?, porque esto es horroroso. Con lo sanos y bonitos que son los días soleados de invierno.
Ahí lo lo has dicho: ¡Qué sanos y bonitos los días soleados de invierno! Y de otoño, añado yo. Pero bueno, para gustos se hicieron los colores. Y los calores.
No sé si podremos hacer algo con el Quitagalvanas. Es que es muy suyo y muy de aquí.
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