domingo, 13 de enero de 2013
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9 comentarios:
Bueno, pues gran parte de lo que dice esta señora es verdad, lástima que su "análisis" venga lastrado, como suele ocurrir con los "otorgadores de legitimidad", por su deología: mientras la realidad concuerde con su visión partidista de las cosas, todo bien; en caso contrario, no valen elecciones democráticas, ni vale nada, todo ilegítimo.
¿De qué van?
Creo que en un estado democrático, la única legitimidad es la que otorga el pueblo, lo que no se puede es engañar al pueblo, decirle que vas a hacer una cosa y hacer exáctamente lo contrario. Eso es estafa, y para hacer lo contrario de lo que dice el programa electoral con el que le pediste el voto al pueblo, deberían preguntárselo.
El referendum está más que justificado.
Lo de incumplir todas las promesas electorales, desgraciadamente en este país es la norma habitual e inevitable, independientemente del partido que se trate.
Sí.
Es que todos sois iguales.
¿No?
Perdona, son no sois.
Sois.
Vosotros los españoles sois todos unos embusteros, corruptos y traidores, seaís del partido que seaís, votéis u os abstengáis.
Yo es que soy noruego ¿sabes?
Mira que tenemos mala prensa los españoles, desde aquel infausto día en que las pequeñas potencias de Europa, que estaban jodidas porque España entonces era lo más, descubrieron un librito de Bartolomé de Las Casas, donde ponía en solfa, y con razón, la actuación de sus paisanos y de su país en las Américas. De ahí viene la leyenda negra española (totalmente inmerecida: los únicos que mestizaron con los indígenas fueron los españoles, los demás los despreciaban), atizada con fruición por franceses, ingleses y holandeses, básicamente, por pura envidia.
Ya lo sé, me he ido por las ramas.
Es igual, yo, que también soy noruego, digo y sostengo que los españoles no somos embusteros, corruptos ni traidores, sino que, los que lo son, nos avergüenzan a los demás. Y, si no, ¿por qué créeis que estamos hablando de esto?
Eso... como tu dices, callando se sabe.
Yo es que no creo que todos seamos iguales.
Yo creo en la lucha de clases, yo sé, que esos que ostentan el poder no conocen la realidad de la gente.
Y creo que hay gente honesta, con empatía y ganas de cambiar las cosas.
Pero hay que ocuparse, no preocuparse.
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