El titiritero (qué hermosa palabra) de este cuento se llama Alberto.
Moviendo sus pinceles y sus lápices, traduciendo en palabras las aventuras de los personajes de esta historia, devuelve la vida a muñecos que han esperado años a que alguien los resucite y juegue con ellos. Estaban ahí, al leer las primeras líneas de este libro, uno se da cuenta de que siempre estuvieron ahí, esperando que nos acordáramos de ellos.
Moviendo sus pinceles y sus lápices, traduciendo en palabras las aventuras de los personajes de esta historia, devuelve la vida a muñecos que han esperado años a que alguien los resucite y juegue con ellos. Estaban ahí, al leer las primeras líneas de este libro, uno se da cuenta de que siempre estuvieron ahí, esperando que nos acordáramos de ellos.
Alberto crea en estas páginas espacios en los que el tiempo no pasa. Lugares que existen mientras exista quien pueda imaginarlos. Tiendas y trasteros repletos de baratijas en las que todavía podemos encontrar los juguetes que nunca nos trajeron los Reyes Magos, o los que tuvimos y se rompieron a base de acompañarnos en aventuras que están escritas mientras logremos recordar que fuimos niños.
Como los colores de su dibujo, dormido durante años, esperando a que un rayo de luz los despierte y les devuelva toda su intensidad, estas nuevas figuras son el resumen de muchas vidas porque, todas las historias son al final, y siempre, la misma...
... Alberto, el dibujante, el pintor, el titiritero, el cuentacuentos, lo sabe.
Sabe que cuando nadie nos mira, somos invisibles. Y en ese instante, percibimos en paz el mundo. Y su belleza. [del prólogo de Julio Ceballos]
... Alberto, el dibujante, el pintor, el titiritero, el cuentacuentos, lo sabe.
Sabe que cuando nadie nos mira, somos invisibles. Y en ese instante, percibimos en paz el mundo. Y su belleza. [del prólogo de Julio Ceballos]
Fragmentos del texto de presentación de "La Vijanera" en La Casona:
Al escribir este relato he tenido en cuenta personajes, situaciones y objetos que en alguna ocasión me han emocionado.
[...]En el cuento expreso mi admiración por los maestros artesanos que son capaces de fabricar, con poca cosa y mucha intención, el juguete que en su día tanto nos impresionó y nos hizo soñar. En La Vijanera el personaje que reúne los requisitos que señalo es el bonachón de Bonifacio "El Juguetero".
Me maravillan los creadores de artilugios, imaginarios o reales, que están por encima de la tecnología más avanzada, independientemente de que sepamos que esos cachivaches sólo existen en el coco del narrador, justo debajo de su boina.
En el cuento está representado por el transportador antigravedad, mitad fórmula uno, mitad coche de bomberos, que tiene la facultad de integrarse y desintegrarse a voluntad de las marionetas protagonistas.
Siento simpatía por las personas que llegan a reconocer, a través de vestigios olvidados por nuestros ancestros, el sitio de donde venimos y el lugar hacia donde vamos.
En este cuento, los mosaicos, las cerámicas y los frescos nos narran silenciosamente, mudamente, el ayer, el hoy y el mañana del carnaval de La Vijanera...
[...]Espero que el cuento sea de vuestro agrado y, si es así, me sentiré inmensamente feliz y dichoso de haber escrito y coloreado esta historia fantástica. (Alberto Gallo)
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La exposición 'La Vijanera', con las pinturas, dibujos y figuras de barro de Alberto Gallo y las cerámicas de Mónica Gallo, permanecerá abierta en La Casona de Reinosa hasta el día 24 de agosto. Les aconsejamos que no se la pierdan, aún están a tiempo.
7 comentarios:
Sin duda el mejor post de este blog.
Gran trabajo de Alberto, Charlie y Jose (del contenido hablo luego) muy currado y didáctico.
Por razones que ya sabéis me voy a perder la exposición, pero la entrada me proporciona una idea bastante aproximada del trabajo de Gayo. Trabajo, por otra parte, ilusionante, se nota que Gayo está trabajando y eso es bueno para todos los que le conocemos y apreciamos, su hija también se lo ha currado de lo lindo.
La fórmula mágica de Gayo parece que todavía le funciona y aquí tenemos otra muestra, será un éxito, otro éxito.
Para que cambiar verdad Gayo? ;)
Sin duda es un éxito, Finchu, y además Alberto está cada vez más centrado, me parece a mí, en sus maravillosos mundos de fantasía, esos mundos que tanta falta hacen en estos tiempos.
Es una pena que no puedas venir a la exposición, pero puedes hacerte una idea con lo que buenamente hemos sido capaces de mostrar.
Está muy bien, una entrada curradísima.
Falta incluir algún fragmento del texto que el propio Alberto Gallo escribió para la presentación de la exposición. Lo pondremos cuando nos pase el texto.
Texto, por cierto, muy interesante.
Perdón pero tengo que insistir, el video me parece de premio de concurso de cortos.
A mí también. Es que Alberto Calderón es un fenómeno.
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