Pero yo no estaba allí esos días y me acordé de la última gran nevada que sufrí personalmente.
Era la semana de carnaval, febrero de 1996. Como teníamos tres días de vacaciones nos fuimos al pueblo y nos sorprendió una de esas nevadas tronadas que -dicen los viejos lugareños- son las peores.
En efecto, nos dejó tirados una semana entera y para marchar hubo que sacar el coche, bajo una capa de un metro de espesor. Unas cuatro horas tirando de pala.
Estuve buscando las fotos de esos días y he escaneado unas cuantas para quien quiera verlas.
Hay que advertir que están hechas con una réflex analógica (parece que pasó un siglo desde entonces) y que mi escáner me añade unas molestas rayas blanquecinas. Debe de estar dando las últimas.
Pinchando en la imagen podéis ver un pase de diapositivas de las fotos en cuestión.
Nevada - febrero de 1996 - Reinosa |