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domingo, 9 de noviembre de 2014

Frases inteligentes/ 22 - Contra el nacionalismo


El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad. 

Los nacionalistas no sólo no desaprueban los hechos atroces realizados por su bando, incluso tienen una capacidad increíble para ni siquiera oír hablar de ellos.

Por mi vida han galopado todos los corceles amarillentos del Apocalipsis, la revolución y el hambre, la inflación y el terror, las epidemias y la emigración; he visto nacer y expandirse ante mis propios ojos las grandes ideologías de masas: el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania, el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor de todas las pestes: el nacionalismo, que envenena la flor de nuestra cultura europea.

El nacionalismo es la extraña creencia de que un país es mejor que otro por virtud del hecho de que naciste ahí. 

La ideología del siglo XXI debe ser el humanismo global, pero tiene dos peligrosos enemigos: el nacionalismo y el fundamentalismo religioso.

Amo demasiado a mi país para ser nacionalista. 

Nuestra verdadera nacionalidad es la del género humano.

Daría la mitad de mi vida para que los nacionalistas pudieran defender sus tesis, pero la otra mitad la necesito para batallar para que los nacionalistas no consigan lo que pretenden.

14 comentarios:

  1. Ninguno tiene razón, el nacionalismo, lo mires por donde lo mires,..........es un negocio

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  2. Y tanto que ruinoso.
    Puedo suscribir todas y cada una de las reflexiones, pero me gusta la de Albert Camus.

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  3. Me quedo con las de Orwell y George B Shaw.

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  4. Echo en falta alguna de Artur Mas, Jonqueras, etc...

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  5. Yo me quedo con la de Wells.
    Pero todo ser humano tiene derecho a una nacionalidad, según la carta declaración de derechos humanos.
    Y a cambiar de nacionalidad si lo desea.

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  6. Yo también me quedo con la de Wells, me quedo con todas, pero con esa y con la de Camus, comulgo.

    Naturalmente, todo el mundo tiene derecho a una nacionalidad y a cambiar de nacionalidad si le apetece, incluso a no tener ninguna, que me lo estoy pensando: apátrida.
    Pero, ¿por qué no una "nacionalidad universal", si estamos ya en el siglo XXI y conocemos todos los despropósitos generados por ese sarampión (Einstein dixit)? ¿Por qué restar y dividir, si hay otras operaciones matemáticas más generosas: sumar y multiplicar.

    Efectivamente, la frase de Wells.

    Ah!, por cierto: Felicidades!, que me se olvidaba.

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  7. ¿Y qué pasaría si hubiera un Referéndum en Cataluña, de la manera que querían algunos, y ganase el No?

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  8. Porque una de las cuestiones más difíciles de resolver entre ellos mismos es esa, pues no todos los catalanes quieren lo mismo para Cataluña.

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  9. No hay más que ver que votó un tercio de los catalanes, los demás pasaron, y de ese tercio, el 20% votó no. Un fracaso en toda regla.

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