...hace 150 años.
Tierra de carreteros, molinos y posadas. También de ferrerías.
Los carreteros -entre los que andaba un bisabuelo o tatarabuelo mío- venían de Castilla con su carga de grano y solían posar en Reinosa para molerlo y descansar. Luego lo llevaban a la costa para embarcarlo hacia otras tierras. De ahí que en Reinosa hubiese tantas posadas y tantos molinos, que naturalmente han ido desapareciendo con el tiempo; los últimos hace bien poco, gracias a la ineptitud de ciertos políticos falsamente progresistas, que parecen convencidos de que el desarrollo de un pueblo pasa por despojarle de sus señas de identidad. Pero dejémoslo estar, que ya no tiene remedio.
A mediados del siglo XIX se comenzó a construir el ferrocarril de Santander a Alar del Rey. Para ello, hicieron venir a un ingeniero inglés, William Atkinson, que se estableció en el Parador de Diligencias de Reinosa y acabó haciendo un estupendo trabajo: quien conozca las Hoces de Bárcena sabrá de qué estoy hablando. Por cierto, entre quienes vinieron a trabajar en el ferrocarril estaba el técnico en carpintería Frédéric Delibes (francés), abuelo del escritor Miguel Delibes.
Atkinson no se dedicó solamente al ferrocarril, sino que -magnífico fotógrafo- realizó entre 1855 y 1857 un extraordinario reportaje que pasa por ser la colección de imágenes fotográficas más antigua conocida en nuestro país. Dicha colección la entregó como regalo a la reina Isabel II, y se conserva en el Archivo General del Palacio Real de Madrid.
Se trata de imágenes estereoscópicas realizadas utilizando la técnica del colodión húmedo, que permite obtener un número ilimitado de copias, y que acabó dejando atrás otros métodos como el daguerrotipo o el calotipo.
Bien, pues aquí tienen una muestra de esas fotografías preparadas en el Parador de Reinosa por un súbdito inglés. No son, desde luego, las primeras imágenes fotográficas tomadas en España (hacía años que se utilizaba el daguerrotipo), pero sí parece que es la primera colección.
Tierra de carreteros, molinos y posadas. También de ferrerías.
Los carreteros -entre los que andaba un bisabuelo o tatarabuelo mío- venían de Castilla con su carga de grano y solían posar en Reinosa para molerlo y descansar. Luego lo llevaban a la costa para embarcarlo hacia otras tierras. De ahí que en Reinosa hubiese tantas posadas y tantos molinos, que naturalmente han ido desapareciendo con el tiempo; los últimos hace bien poco, gracias a la ineptitud de ciertos políticos falsamente progresistas, que parecen convencidos de que el desarrollo de un pueblo pasa por despojarle de sus señas de identidad. Pero dejémoslo estar, que ya no tiene remedio.
A mediados del siglo XIX se comenzó a construir el ferrocarril de Santander a Alar del Rey. Para ello, hicieron venir a un ingeniero inglés, William Atkinson, que se estableció en el Parador de Diligencias de Reinosa y acabó haciendo un estupendo trabajo: quien conozca las Hoces de Bárcena sabrá de qué estoy hablando. Por cierto, entre quienes vinieron a trabajar en el ferrocarril estaba el técnico en carpintería Frédéric Delibes (francés), abuelo del escritor Miguel Delibes.
Atkinson no se dedicó solamente al ferrocarril, sino que -magnífico fotógrafo- realizó entre 1855 y 1857 un extraordinario reportaje que pasa por ser la colección de imágenes fotográficas más antigua conocida en nuestro país. Dicha colección la entregó como regalo a la reina Isabel II, y se conserva en el Archivo General del Palacio Real de Madrid.
Se trata de imágenes estereoscópicas realizadas utilizando la técnica del colodión húmedo, que permite obtener un número ilimitado de copias, y que acabó dejando atrás otros métodos como el daguerrotipo o el calotipo.
Bien, pues aquí tienen una muestra de esas fotografías preparadas en el Parador de Reinosa por un súbdito inglés. No son, desde luego, las primeras imágenes fotográficas tomadas en España (hacía años que se utilizaba el daguerrotipo), pero sí parece que es la primera colección.
Muchas gracias al fotógrafo Martí Llorens por sus puntualizaciones en torno a la técnica del colodión.
La vida y el trabajo eran la bandera de esta gente y eran fieles a sus costumbres y a su manera de vivir.
ResponderEliminarLas ilustraciones de época, con magníficas.
Un abrazo.
Gracias tio.
ResponderEliminarAhora una cosa bonita sería conseguir hacer fotos de las mismas zonas tal como están hoy, intentando conseguir los mismos puntos de referencia.
ResponderEliminarJoé, tío, no te pases... Vaaale, acepto el reto. A ver qué se puede hacer.
ResponderEliminarCualquier otro Reinosano también se puede animar, que conste!
ResponderEliminarYo lancé la idea al aire sin ánimo de dar a nadie... (?)
Bueno, vale, vale, pero paciencia, ¿eh?, que a ver cómo hago una foto desde una ventana del Parador de Diligencias, habrá que ver quién vive allí, aunque creo que conozco a algún vecino de la casa.
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