Que maldita la gracia que hace.
Pues eso, que al juez Silva no le dejan ver los emilios y el hombre recurre por que dice que están en ellos minucias como pagos a la gürtel y la vinculación de Aznar y los hermanos Agag en el trafico de armas y otras cosillas sin importancia.
Y lo del chiste... pues... saben aquel que diú...
Es que el juez Silva es muy curiosón, hombre, y ya se sabe, la curiosidad mató al gato.
ResponderEliminarAquí, a poner zancadillas todo el rato.
¡Viva la justicia española y sus sicarios!
ResponderEliminarEntre los políticos, los sindicalistas y la justicia este país da gusto.
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