Schmerz von Utter, oh, doctor
Oh, ilustre profesor...
von Utter
Oh, abnegado
Oh, ilustre obstetra
Schmerz von Utter
Oh, ilustre profesor...
von Utter
Oh, abnegado
Oh, ilustre obstetra
Bobo, bobo, pánfilo
Curandero, matasanos
Papanatas, papanatas, animal
Sinvergüenza, mentecato, miserable profesor
Bla, bla, bla, qué mentiroso y charlatán
Cochino mequetrefe, cochino mequetrefe
miserable profesor.
Schmerz von Utter
Sinvergüenza, mentecato, profesor
Pícaro ginecólogo,
tunante, mentiroso y charlatán
Bobalicón, maldito bribón
¡Patán!
Oh, ilustre profesor...
von Utter
Oh, abnegado
Oh, ilustre obstetra
Schmerz von Utter
Oh, ilustre profesor...
von Utter
Oh, abnegado
Oh, ilustre obstetra
Bobo, bobo, pánfilo
Curandero, matasanos
Papanatas, papanatas, animal
Sinvergüenza, mentecato, miserable profesor
Bla, bla, bla, qué mentiroso y charlatán
Cochino mequetrefe, cochino mequetrefe
miserable profesor.
Schmerz von Utter
Sinvergüenza, mentecato, profesor
Pícaro ginecólogo,
tunante, mentiroso y charlatán
Bobalicón, maldito bribón
¡Patán!
Son tremendos, qué cachondos (y buenos músicos) Si los pillan los de Reinosa para fiestas...
ResponderEliminar¡Qué monstruos!
ResponderEliminar(...y qué feos son, los jodíos...)
Lo de monstruos engloba todo tipo de acepciones.
ResponderEliminarEl fragmento de los violines, es una preciosidad, se sale de la broma.
ResponderEliminar¿Y del piano a seis manos, qué me dices?
ResponderEliminarSí, para que luego digan los puristas que jamás se debe dar la espalda en un escenario.
ResponderEliminarLes Luthiers se pueden permitir eso y mucho más.
ResponderEliminarMiles Davis también lo hacía, pero ese porque era muy borde.