Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos.
Hay quienes siguen teniendo de Borges una imagen pelín distorsionada, quizá por sus "opiniones políticas", que la mayoría de las veces eran una forma de epatar (se divertía con eso). Borges era básicamente un enorme literato, y no otra cosa.
Tenía una agilidad mental impresionante, era una mente prodigiosa con unos reflejos que dejaban boquiabiertos a quienes tuvieron la fortuna de tratarle. Por lo demás, sus opiniones políticas no dejan de ser una anecdota. Por otra parte, así debiera de ser siempre, estamos obsesionados con los nuestros y los otros, y enviamos al olvido maravillosos legados. Afortunadamente no en este caso.
Inteligente definición, como no podía se menos procediendo de quién procede.
ResponderEliminarInteligente definición, como no podía se menos procediendo de quién procede.
ResponderEliminarBorges, a veces, se quedaba solamente en la brillantez. No es el caso.
ResponderEliminarTodo un personaje Jorge Juis, inteligente como no podia ser menos, un abrazo.
ResponderEliminarHay quienes siguen teniendo de Borges una imagen pelín distorsionada, quizá por sus "opiniones políticas", que la mayoría de las veces eran una forma de epatar (se divertía con eso). Borges era básicamente un enorme literato, y no otra cosa.
ResponderEliminarTenía una agilidad mental impresionante, era una mente prodigiosa con unos reflejos que dejaban boquiabiertos a quienes tuvieron la fortuna de tratarle.
ResponderEliminarPor lo demás, sus opiniones políticas no dejan de ser una anecdota.
Por otra parte, así debiera de ser siempre, estamos obsesionados con los nuestros y los otros, y enviamos al olvido maravillosos legados.
Afortunadamente no en este caso.
Sí, señor, completamente de acuerdo.
ResponderEliminarY yo.
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