- No, tranquilo, no me he vuelto loco ni he dado un salto en el tiempo; es que según todos los indicios y las predicciones de los sabios en la materia, el año 2009 va a ser un año para olvidar. Por la cosa esa de la crisis, hombre.
- No sea usted tan pesimista, ya verá como este gobierno nos arregla la situación... en cuanto tenga un ratillo.
- Bueno, vale, allá usted si quiere creer en los milagros. En cualquier caso, yo me curo en salud y de paso adelanto tiempo.
En fin, lo dicho: ¡Feliz Año!... El que ustedes quieran.
De cualquier modo, feliz año 2009, Juan.
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