Ja, ja, geniales los pitufos, hasta se permiten hacer una pequeña coreografía. No sé cómo son capaces de alcanzar los trastes.
Me estoy planteando si dejar de rascar la guitarra, ya.Total, nunca voy a llegar a esto...
Hay que cositas más lindas... jajaja, pero si arruban más las guitarras que ellos y con qué alegría se entregan y que bién lo hacen, son fantásticos.Es una delicia verles y escucharles.Un abrazo.
Ja, ja, geniales los pitufos, hasta se permiten hacer una pequeña coreografía. No sé cómo son capaces de alcanzar los trastes.
ResponderEliminarMe estoy planteando si dejar de rascar la guitarra, ya.
ResponderEliminarTotal, nunca voy a llegar a esto...
Hay que cositas más lindas... jajaja, pero si arruban más las guitarras que ellos y con qué alegría se entregan y que bién lo hacen, son fantásticos.
ResponderEliminarEs una delicia verles y escucharles.
Un abrazo.